Este año de 2012 se jubila José María. Suponemos que habrá fastos y homenajes como se merece, no es para menos. De las muchas cosas que se le agradecerán, resaltarán su dedicación, su capacidad de trabajo (y sacrificio), su intención de hacerlo todo lo mejor posible y bla, bla, bla; pero a lo peor se nos pasa un pequeño detalle enormemente destacable: Agradecerle su hacer con el Boletín anual de San Juan de Mata. Esta revista, aunque modesta, es una gran crónica de nuestra historia como colegio y como grupo humano, con nuestros más y nuestros menos. En ella se constatan momentos alegres, nostálgicos y hasta tristes que nos dicen quiénes somos.
Es necesario recordar los desvelos de José María cuando se echó a la espalda la tarea de que el boletín apareciese puntual para el día de nuestro patrón, desvelos que con paciencia salmantina y tenacidad castellana guardaba para sus adentros resoplando pero con la socarrona cachaza de la meseta. Desde el año 2000 prosiguió la labor del Padre Antonio. Se desgañitó pidiendo colaboraciones, echó horas de manera altruista para llegar a tiempo.
Nos deja un "mucho" huérfanos en este berenjenal que siempre aceptó sin queja ni mal gesto.
Este es un humilde homenaje a quien con su esfuerzo nunca faltó a esta cita.
Gracias José María, esto es obra tuya.
